
7 avances que se han logrado gracias a las investigaciones sobre el COVID-19
Por: Bernardino Antelo Esper
Publicado el: 02/10/2020 a las 11:29:00 am
Han pasado casi ocho meses desde que escuchamos por primera vez el nombre Coronavirus y desde entonces lo hemos asociado con todas las pérdidas y cambios en nuestro modo de vivir. El mundo se ha enfrentado a una pandemia que ha venido a transformar no solo nuestra cultura sino también los estilos de vivir y nuestra conciencia sobre la vida ya que claramente, necesitaremos más de una vacuna para luchar contra el virus. A pesar de la situación que presentamos existen también buenas noticias que son producto de esta pandemia y BBC News nos cuenta con más detalle sobre ellas y algunos avances que los científicos han logrado gracias a sus esfuerzos por encontrar una cura.
"Aunque parezca una eternidad, es muy poco
tiempo para grandes desarrollos en investigación, al menos desde el punto
de vista técnico", dicen a BBC Mundo Begoña Sanz y Gorka Larrinaga,
profesores del Departamento de Fisiología Humana en la Universidad del País
Vasco, España.
Y, sin embargo, está sucediendo.
"La verdad es que en el campo de la
investigación está suponiendo un grandísimo estímulo
en diferentes terrenos", con "muchísimos cambios punteros y
revolucionarios", afirma a BBC Mundo el doctor en genética y biología
celular Miguel Pita.
Las profundas crisis sociales, económicas y sanitarias
provocadas por la pandemia han llevado a que la lucha contra el coronavirus
SARS-CoV-2 cuente con inversiones millonarias y con el incansable trabajo de
miles de científicos de todo el mundo.
Es así que en esta campaña global sin precedentes por encontrar
la "cura anti covid-19", al menos siete aspectos de la ciencia
ya han cambiado, según distintos especialistas.
1. Colaboración de
equipos
"El coronavirus ha supuesto la colaboración de muchos
equipos. Y esa es una muy buena noticia", dice Pita, quien también es
profesor e investigador de genética de la Universidad Autónoma de Madrid.
"Los investigadores tienden a colaborar mucho",
agrega, "pero la pandemia ha supuesto una llamada adicional y se han
colocado los resultados a disposición muy rápidamente de todos los
grupos".
Begoña Sanz y Larrinaga coinciden con Pita.
"Lógicamente, la presión ejercida por la gravísima
situación sanitaria y socioeconómica mundial ha hecho que la colaboración de
muchas facultades, grupos y centros de investigación haya aumentado", así
como también "se hayan creado redes de colaboración", explican.
2. Secuenciación del
virus
Una de estas áreas de colaboración científica internacional
es también una de las que registra "grandes progresos", según Pita.
"Lo ideal para la subsistencia del propio coronavirus
sería transformarse en un virus que casi no nos enferme" (y por qué es muy
probable que suceda)
"De forma somera y para que se entienda, diría que en el
terreno de la bioinformática ha habido grandes novedades por cómo se están
analizando y estudiando las secuencias del material genético de cada
virus que infecta a una persona y que permiten ver cómo evoluciona el
virus con el paso de las generaciones".
Desde que China reportó a la Organización Mundial de la
Salud (OMS) la existencia del nuevo coronavirus a finales de diciembre de 2019
hasta los primeros días de septiembre, investigadores de todo el mundo han
registrado 12.000 mutaciones en su genoma, de acuerdo a la revista
científica Nature.
En palabras de Pita: "La comunidad científica ha
puesto sus mejores medios al servicio de esta investigación aumentando
mucho la capacidad de cálculo y tenemos revisiones constantes de los cambios
genéticos del coronavirus".
3. Diagnóstico
ultrarrápido
Uno de los grandes desafíos de la covid-19 ha sido (y aún
es) detectar a las personas infectadas para poder aislarlas y así contener
mejor el contagio de la enfermedad.
En este aspecto, Pita destaca "el desarrollo de técnicas
para el diagnóstico muy potentes utilizando herramientas de edición genética,
que es un elemento muy trascendente de la genética hoy en día".
El investigador da dos ejemplos que ya han demostrado ser
eficaces y pronto estarán disponibles para efectuar diagnósticos
"ultrarrápidos".
Por un lado, menciona técnicas de diagnóstico que, si bien
son "algo menos sensibles" que la llamada prueba PCR o hisopado,
tiene la ventaja de ofrecer resultados inmediatos.
Por otra parte, agrega, están las "técnicas de
diagnóstico diferencial para distinguir entre el SARS-CoV-2 y otros virus, algo
que tiene notable importancia para el correcto diagnóstico de los pacientes y,
por tanto, para la elección del tratamiento".
4. Vacuna histórica
El hecho de que este coronavirus y la enfermedad que provoca
sean nuevos hace que aún existan muchos vacíos de conocimiento a sus
alrededores. Pero hay algo que los especialistas tienen claro: la única
forma de lograr la inmunidad colectiva es con una vacuna.
"Desde luego, el primer gran avance será la obtención
de una vacuna eficaz y segura que pueda administrarse a la población de forma
masiva", afirman Begoña Sanz y Larrinaga.
A lo que agregan: "Si, tal como se dijo desde la
OMS, esto ocurriera durante el año 2022, aunque pueda parecernos lejano, sería
un enorme éxito puesto en el contexto del tiempo que se ha tardado en
obtener otras vacunas y poder llevarlas a gran parte de la población
mundial".
En efecto, el plazo habitual de desarrollo de vacunas es de
15 a 20 años. Ahora podría reducirse a 1 año, quizás 1,5.
Así lo afirma un estudio publicado el mes pasado en
la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por su sigla
en inglés) y liderado por Paul Offit, especialista en inmunología
estadounidense famoso por haber cocreado una vacuna contra el rotavirus.
En sus palabras, la vacuna contra el SARS-CoV-2 está yendo a
una "velocidad endiablada".
Pero lo novedoso no está solo en los tiempos, sino también
en las distintas metodologías empleadas para su diseño, "algunas de ellas
con características que nunca se habían considerado", dice Pita.
"Son vacunas que, si se prueban eficaces, el
proceso de producción industrial resultaría más rápido que en las vacunas
con diseños clásicos, algo muy útil en una situación como la actual",
agrega.
De acuerdo al estudio liderado por Offit, se están empleando
dos metodologías de desarrollo novedosas en el campo de la vacunación.
Por un lado, están las vacunas de ARN mensajero (ARNm), las
cuales "nunca se han utilizado comercialmente para prevenir
infecciones", afirma el estudio. Tal es el caso de aquellas que están
diseñando las compañías Pfizer y BioNTech juntos, y la de Moderna.
La otra metodología se basa en el uso de una familia de
virus del resfriado común modificados genéticamente. Ejemplo de ellos son las
vacunas en las que trabajan la Universidad de Oxford con AstraZeneca y la de
Johnson & Johnson.
"De manera similar a las vacunas de ARNm, no hay
vacunas disponibles comercialmente para prevenir enfermedades humanas usando
esta estrategia. Más bien, su uso clínico se ha limitado a una vacuna
autorizada contra la rabia animal", asegura el estudio publicado
en JAMA.
Según Offit y los otros autores, distintos factores como
"la trágica naturaleza de una pandemia en curso han creado un caldo de
cultivo fértil para la innovación".
Y continúan: "Aunque se desconoce el éxito final de un
candidato o candidatos a vacuna, es probable que los cambios en el campo
de la vacunación que han traído estas circunstancias exigentes hayan llegado
para quedarse".
5. Otros tipos de
tratamientos
Además de ir a contrarreloj para crear una vacuna, hay
investigadores trabajando en el desarrollo de tratamientos para los pacientes
con covid-19.
Por ejemplo, Begoña Sanz y Larrinaga publicaron un artículo
en el sitio de divulgación The Conversation donde
mencionan "otro tipo de tratamiento que podría ser útil en pacientes
covid para evitar llegar a la etapa más crítica de la enfermedad", dicen a
BBC Mundo.
¿Podremos curar la covid-19 engañando al virus?
"Se trata de administrar a los pacientes la proteína a
la que se une el virus para poder penetrar en la célula. La proteína
administrada va disuelta en el plasma y, si el virus se une a esta en vez de a
la que se encuentra en las células, entonces no invade más tejidos y prevenimos
la gravedad de la enfermedad", explican.
En otras palabras, la estrategia consiste en
"engañar" al coronavirus.
Según Begoña Sanz y Larrinaga, "este método, que se encuentra
en fase 2 de experimentación, podría abrir un nuevo campo en el
tratamiento de otras enfermedades víricas, no solo la covid-19".
6. Prácticas de
higiene
"Otro gran avance, que no está directamente relacionado
con la investigación que hacemos en nuestros laboratorios pero que es
fundamental para el futuro, es que hayamos conseguido introducir en la
cultura de nuestra ciudadanía ciertos hábitos de higiene y prevención que
sirvan para contener esta y otras epidemias provocadas por virus", afirman
Begoña Sanz y Larrinaga.
Tal es el caso del uso de mascarillas en zonas concurridas
en tiempos de epidemia ("algo que es frecuente ver en grandes urbes de
países asiáticos") y "evitar acudir a lugares de concentración de
gente y espacios cerrados cuando uno está con una enorme congestión o con
síntomas gripales", dicen.
De hecho, estudios en distintos países ya están demostrando
que las medidas tomadas para prevenir el contagio de covid-19 han hecho
que la temporada de enfermedades respiratorias y virales sea menos
extendida y mortal.
Por ejemplo, una investigación publicada el mes pasado en
la Revista Médica Británica (BMJ, por su sigla en inglés) analizó los
datos de resfriados, gripes y bronquitis de 500 clínicas en Inglaterra y
descubrió que en promedio se registraron nueve veces menos casos que en el
mismo periodo de los 5 años anteriores.
7. La
importancia de la ciencia
Para Mercedes Jiménez Sarmiento, bioquímica del Centro de
Investigaciones Biológicas Margarita Salas de España, "un cambio profundo
a raíz de la pandemia es que la sociedad ha comprendido que la solución
pasa por la ciencia", dice a BBC Mundo.
La ciudadanía, explica, "ha querido saber de salud y de
ciencia, y lo ha hecho directamente de los expertos. Estos, a su vez, se han
esforzado en querer comunicar mejor la ciencia debido a la demanda de
información de calidad por parte de los periodistas y de la sociedad".
Jiménez Sarmiento destaca que "comunicar ciencia no es
fácil": "Son contenidos complejos con lenguaje específico, y además
avanza despacio y sobre evidencias a menudo no obvias, que se van modificando
cuando aparecen demostraciones nuevas. Y eso es difícil de aceptar".
Por eso cree que "ha sido un gran avance mutuo de
la ciencia y de la sociedad, porque ahora están más cerca que nunca y deben
apoyarse".